BARCELONA TEMPLARIA

Queda evidente que en nuestra ciudad hubo una sede de la Orden Templaria, más bien hubieron dos. La primera estaría ubicada casi con toda seguridad donde ahora ocupa la Casa de l´Ardiaca, justo en la entrada del carrer del Bisbe.Y la segunda, y de la que aún tenemos "huellas", se situaría en las calles traseras al actual Ayuntamiente de Barcelona.

La encomienda templaria ocupaba el espacio correspondiente a las actuales calles de Ataülf, Sobrediel, Avinyó, Baixada de Cervantes y Templers. Sólo quedan los restos de la capilla de Santa Maria de Palau (s. XII) y de puerta templaria a la que hice referencia en un post anterior (Calle del Timó,3) 

Seguidamente nos iremos hasta la Parroquia de Santa Ana (c/ Santa Ana), entre Las Ramblas y Portal del Angel.

Esta pequeña iglesia románica, aislada del mundanal ruido de la ciudad y consagrada a Santa Ana, es la sede de la Lugartenencia de la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén en España desde el siglo XIII, algo así como los custodios de la tumba de Cristo y defensores de la capital de Israel.
La simbología de la orden está presente con su insignia que contiene 5 cruces rojas - como tantas heridas sufrió Jesucristo.

Pero lo sorprendente de la Iglesia de Santa Anna, es que después del incendio del año 1936, apareció escondida detrás de un altar una gran cruz pateada. La cruz paté, clásico símbolo templario, es roja y poseé los cuatro brazos iguales, abriéndose en sus extremos exteriores.
Además tenemos en su interior el sepulcro de un caballero templario, se trata de Miquel de Boera (general en la batalla de Ravenna de 1512 y capitán de las galeras de las Españas).

Otro sepulcro perteneciente a un caballero de la Orden del Temple lo podemos encontrar en la capilla románica de Santa LLúcia, adosada a la Catedral, se trata de Jaufred de Santa Coloma, uno de los últimos templarios catalanes e hijo de familia y saga de templarios muy vinculados a la encomienda de Palau.

Os dejo con algún detalle más de edificios que pertenecieron a la Orden.

Poca cosa "palpable" nos queda en nuestra ciudad sobre el Temple, pero como siempre se dice... seguiremos buscando.