domingo, 17 de noviembre de 2013

LA VAMPIRA DEL RAVAL (1912)

El 27 de febrero de 1912 la policía acude al carrer Ponent, número 29 (hoy carrer Joaquín Costa) alertada por los gritos de una niña. Allí detiene a Enriqueta Martí a la vez que hace un descubrimiento macabro. Los restos de al menos doce niños, metidos en sacos de lona, yacían diseminados, emparedados y enterrados en los varios pisos que Enriqueta frecuentaba. 


Enriqueta pasaría a la historia del crimen como la Vampira del Raval y aún en nuestros días sigue siendo la asesina en serie más prolífica que ha actuado en España.

Toda Barcelona sabía que alguien estaba secuestrando bebés y niños, que muchos desaparecían sin dejar rastro, pero nadie sospechaba de esta señora. 

01 VIÑETA NIÑOS

Enriqueta era una extraña mujer que por el día vestía harapos y se dedicaba a mendigar por el Raval. Por la noche, ataviada con terciopelos y plumas, se dejaba ver a la salida del Liceo. Propietaria de varios inmuebles del Raval (calles Tallers, Picalquers, Ferlandina ...) tenía una estrecha relación con la alta burguesía y además estaba metida en oscuros negocios. Incluso llegó a regentar un burdel donde prostituía a niños y jóvenes. Pero sólo unos pocos conocían su afición a la magia negra, y que utilizaba cadáveres para pociones milagrosas que curaban raras enfermedades o rejuvenecían al que las tomara.


03 VIÑETA ABNEGADA COCINERA 

En su despensa guardaba todo tipo de ingredientes, cacharros con restos humanos en conserva, grasa hecha manteca, sangre coagulada, cabellos de criaturas, esqueletos de manos, polvos de huesos. Solía tener reservados incluso un par o más de niños vivos en su casa, a los que mataba, troceaba, desmembraba, retiraba la piel y grasa y deshuesaba.

Solía enlatar toda clase de productos que muchos de sus conocidos le iban solicitando. El señor ministro hoy recogería un ungüento contra la artrosis, mañana sería una pomada para la marquesa de Altacasa o un filtro amoroso para aquella famosa estrella del Paralelo.
Entre sus muchas especialidades, mezclaba un remedio especial para la tuberculosis, conseguido a base de grasa de bebé recién licuada y una cataplasma de sangre y polvo de huesos que con paciencia calcinaba durante horas y horas en el horno para ser aplicada sobre el cuerpo del enfermo.

Sin embargo, el interés por el tema comenzó a decaer al no producirse nuevos descubrimientos macabros y entrar toda la investigación en una fase rutinaria. Es un caso inaudito, monstruoso, del que se habló durante muchos años con estupor y mucho miedo. Enriqueta Martí ha de tener leyenda, pero ¿será cosa de seguir desglosando indefinidamente este suceso?

Y para rematar la pérdida de interés por el tema, dos meses despues, un transatlántico se hundió tras chocar con un iceberg. Se llamaba Titanic y las noticias sobre aquel desastre apartaron definitivamente de las rotativas a la Vampira del Raval


Paso hace 100 años. Las hemerotecas guardan material gráfico del suceso,generaciones de vecinos del Raval saben y cuentan la historia, hay quienes, como yo, fanatizan los sucesos aun siendo macabros solo por y para recordar la historia de Barcelona, y si la historia es escondida y que pocos conocen, mucho mejor, y hay quienes, mediante un estencil en un mural como el que os muestro a continuación, pretenden que no olvidemos nada de lo que allí sucedió:


Estencil en la plaza del MACBA, a pocos metros de la calle Joaquin Costa
Recordad pues! cuando paseis por el número 29 de la calle Joaquín Costa, tragad saliva y respirad hondo, porque si todas las ciudades tienen sus puntos negros, este es el de Barcelona.