Lo que pocos saben, es que de una "partida" de 45 columnas de 6 metros de altura y unas 20 toneladas de peso llevadas a través del Mar Mediterraneo hasta Tarraco (Tarragona), se cedieron en 1528 cuatro de ellas para presidir el palacio de la Generalitat de Catalaunya, en la Plaza Sant Jaume (sede del organismo politico mas importante de Catalunya).
Hoy en dia el palacio aún presume de ellas en la entrada principal.
Las columnas de granito de la región de Troya (la Tróade) fueron, durante siglos, algunas de las manufacturas arquitectónicas más conocidas del Mediterráneo. Se consideraba este granito un material perdurable y de mucha calidad, y no hay que perder de vista que los patricios romanos que aspiraban a un cierto estatus social siempre intentaban utilizar materiales que les sirvieran para poner de relieve a su poder.
Era, pues, una verdadera exhibición de poderío social y económico.
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